El feto tiene ya el tamaño de una nuez, mide entre 29 y 38 mm. Y pesa casi 5 gramos. Ya está totalmente formado y la mayoría de las malformaciones ocurren antes de que el feto llegue a las 9 semanas así que los riesgos de problemas serios o interrupciones del embarazo disminuyen muchísimo.

A las 10 semanas de embarazo, el saco vitelino comienza a atrofiarse y sus funciones son asumidas por otros órganos o sistemas como el cordón umbilical o el líquido amniótico. En este nuevo periodo los órganos del feto van a empezar a crecer y a madurar mucho más rápidamente, igual que su cuerpo. Durante las tres próximas semanas va a duplicar su longitud. Brazos, manos, muñecas y dedos se apreciaban con claridad la semana nueve de embarazo pero ahora, además se mueven. Las uñas ya están creciendo.

Los órganos sexuales comienzan su desarrollo externo alrededor de la semana 11 así que todavía es difícil saber con exactitud cual será el sexo del bebé. El intestino se coloca en su lugar. La glándula tiroidea, el pancreas y la vesícula comienzan a funcionar. Es increible este dato: el crecimiento del cerebro aumenta con tal rapidez que ¡250.000 neuronas se producen cada minuto!.
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la foto es de Blogs Qué y forma parte de un reportaje sobre el fotógrafo Lennart Nilsson, que en 1965 publicó en la revista Life imágenes maravillosas de embriones en desarrollo. Merece la pena echarle un vistazo.

Y hablando de neuronas, Jota me aseguró ayer que no entendía nada de lo que estaba pasando y acabó de arreglarlo con una sobredosis letal de inteligencia:

“Encima que quiero reconocer al niño como hijo mío, tú sólo me lo pones más difícil cada día”

No, si encima me está haciendo un favor.

¿Estamos locos o qué?