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el registro o dios mío, no me siento las piernas
He entrado por la puerta del Hospital con la sensación de viaje sin retorno: una nueva crisis hipocondríaca se había apoderado de mi mente y de mi cuerpo. Cuando accedía al ascensor que me conduciría a la segunda planta, notaba cómo se iban paralizando mis piernas: estaba somatizando. Miedo a que algo saliera mal, a…
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pepinos limpios
En medio de llamadas inoportunas, requerimientos del boss, picor de hemorroides, informes atrasados, incontinencia urinaria, quejas de clientes, pinchazos de ciática y lágrimas furtivas por el payaso que no quiero nombrar, hoy también me ha querido tocar las narices la «crisis del pepino» o la «E. Coli». Y yo, que me considero una persona inteligente,…
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cacas
Ha llegado el momento de exorcizar cacas. Mi estancia en el hospital ha resultado una experiencia extremadamente desagradable para mi y ha destapado la Caja de Pandora. Como quiero ser positiva diré que el susto del fin de semana me está ayudando a poner cara a las fuerzas oscuras que luchan para desestabilizarme emocionalmente: 1-…
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miedo al parto y otras paranoias
Ya están aquí. Sabía que llegarían. Visiones escalofriantes, imagenes dantescas colonizan mi cabeza y se van acumulando en overbooking, encajándose unas con otras como un tetris. Un escalofrío me recorre el cuerpo cada vez que pienso en el parto. Había intentado evitarlo pero últimamente viene a mi cabeza por asociación de ideas con una frecuencia…
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historias del metro (III): claustrofobia
Como consecuencia de mi pasada y desafortunada incursión en el metro del universo paralelo de Harry Potter, mi subconsciente ha procesado un desagradable recuerdo. Ahora, cada vez que se cierran las puertas del vagón revivo mentalmente la pseudo crisis de ansiedad que sufrí como consecuencia de los incívicos que no me cedieron el asiento. Total…
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lo que todavía no había contado
Otra noche sin pegar ojo. Mañana tengo visita con la matrona-hada-madrina y estoy obsesionada, creo que algo no va bien. Me supercaga. Sí. Soy ceniza, hipocondríaca, miedica, llorona, cobarde y patética. Pero sincera. Y repito: estoy cagadita. Es superior a mi, una sensación que me domina, una garra que me estruja el corazón cuando recuerdo…