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estafa emocional: minis pantera rosa
Para poder superar el trauma de la vuelta al trabajo y los antojos de carne cruda, he tenido que recurrir a mi vicio más inconfesable. Desde que dejé de fumar, el único reducto de placer vital sobrevive concentrado en las Minis Pantera Rosa. Cierto que,con la pesadilla navideña, el Momento Anunciación y mi horrible síndrome…