Lo repito hasta la saciedad: tenemos que saber interpretar las casualidades, muchas de las cosas que creemos que suceden porque sí, están interconectadas.
De nuevo, anoche me desvelé leyendo “Mujeres que corren con los lobos» y apenas he conseguido dormir tres horitas. Esta mañana me he despertado justo a tiempo para vestirme y salir disparada. Ni siquiera he podido ducharme, si perdía un minuto no llegaría a tiempo a mi cita: hoy tocaba botellón de glucosa. En estado semi inconsciente, mientras intentaba hacer que me funcionara la cabeza, revolvía en el armario en busca de mi camiseta negra para completar un estilismo imposible. Mierda. la camiseta estaba en el cesto de la ropa sucia desde hacía más una semana. En ese momento he recordado que tenía que llamar al servicio técnico de Siemens para que me arreglara la lavadora. Mierda otra vez. Tenía que contactar con ellos a primera hora y el teléfono estaba apuntado en mi libreta Moleskine de imitación ¿dónde leches la había dejado anoche? tenía que encontrarla. Corría de un lado a otro de la casa en bragas, medio sonámbula y lanzando exabruptos irrepetibles, cuando al pasar junto a la estantería he tropezado tirando un buen puñado de libros. No procede describir ahora los segundos de cagarme en tóloquesemenea que han seguido al incidente pero en esas estaba cuando en el reloj faltaban 20 escasos minutos para mi prueba O’Sullivan, así que he cogido al azar un libro del suelo para leer en la sala de espera del Hospital y a la carrera me he lanzado al ascensor vestida con la misma ropa de ayer.
15 minutos tarde pero he llegado. Extracción, botellita naranja y a la sala de espera. Contra todo pronóstico no he vomitado, no me he mareado y de momento estaba absteniéndome de hacer el numerito. Es más, incluso podía afirmar que me encontraba más que dispuesta a relajarme e invertir mi tiempo de manera óptima durante la espera. Mientras rebuscaba en mi bolso el libro para leer, he llegado a pensar que hoy incluso podía ser un buen día.
Y entonces he leído el título. Algo se me ha roto por dentro al abrir el libro y leer la dedicatoria que hace muchos años escribió alguien que sí me quiso. Alguien que ahora no está.
Avergonzada, he mirado de reojo a las otras chicas. Estaban sentadas en sus asientos, apáticas, ausentes, laxas, dejando pasar los minutos hasta que los vampiros volvieran a succionar. Cada una inmersa en el sopor de su propia existencia provocado por la glucosa. El mundo se había detenido para darme tiempo. Las embarazadas seguían mirando impasibles a ninguna parte, no me han visto llorar.
Comprendía que las voces de mi cabeza quizás están en lo cierto, me gritan y repiten implacables lo mismo una y otra vez: “pregúntate por qué Jota ya no se ducha contigo, por qué no te coge la mano mientras ve el fútbol, por qué no te regala un masaje por las mañanas”
Y aunque me dolía más de lo que consigo recordar, quise abrir de nuevo el libro para leer una vez más la dedicatoria escrita a pluma:
“Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo”
Cuando salía por la puerta del hospital he respirado mi propio suspiro: una bola atrapada en el pecho me hacía sentir a la vez triste y bucólica, como si me hubiera tragado dos cervatillos. Al ponerme las gafas de sol he conseguido sonreir. Mi camiseta negra seguía sucia y el teléfono de Siemens perdido pero todo tenía sentido: hoy mi pasado ha vuelto para abrirme los ojos con una cita de García Márquez y un extraño agravio comparativo.
Las cosas no suceden porque sí.
18 respuestas a “curva de glucosa con efecto mariposa”
Estoy de acuerdo con las chicas, no existen las coincidencias, te ha venido bien coger ese libro y no otro.
Eso de q Jota ya no se duche contigo me ha recordado a la película Gordos, la has visto? Está muy bien, y no cuento más por si aun no las visto.
Bss preciosa!
No he visto la peli Mariana, por desgracia hace siglos que no voy al cine. Espero que tuviera un buen final.
Un beso gordo
Yo no la vi en el cine tampoco, si no en DVD, las pocas veces q voy siempre es a ver alguna q le gusta a mi respectivo, me encantaría ver cisne negro pero me quedaré sin, seguro!
En fin, te dejo aquí un enlace de la peli http://www.lafilacero.com/pelicula/736/gordos/
Oye, y no hay ya una pequeña lista de nombres q barajar??? Si quieres nosotras te ayudamos, yo estaría encantada de decirte los q me gustan!
Un abrazote!!!!
Gracias por el link, le echaré un ojo.
Estoy echando un ojo a listas de nombres… pero todavía no me identifico con ninguno. Cuando me ponga en serio os pediré ayuda, pero todavía no, necesito estar más receptiva y siento que no es el momento pero…¡buena idea!
Carmen, piensa que es viernes, regálate el finde, te lo mereces. Sabías que llegaría el momento en que verías que todo se precipitaba cuesta abajo.
Que ganas de llorar me has hecho entrar…pffff
Que bien que no hayas devuelto la glucosa, eres una campeona!
Un besazo
Gracias tachan. Y no llores, ya lo hago yo por las dos 😉
Un beso, prometo descansar. me acordaré de ti
No existen las coincidencias… solo lo inevitable. No nos queda más que disfrutar o sufrir que esta variabilidad de la esencia humana.
¡Besote!
Disfrutar lo inevitable. Sufrir lo inevitable.
No quiero pensar en eso ahora
Un besaco
Hola Carmen! Te cuento que buscando información sobre el embarazo (producto también de algo parecido a la hipocondría, supongo…)me tope con tu blog y me quedé maravillada. Me encanta tu forma de decir, de contarte. Por momentos me sentí muy identificada y me hacés reír al mismo tiempo que me das ternura. Te encontré y no pude dejar de leerte, volví para atrás y leí el paso a paso de tu embarazo, es buenísimo, deberías terminar escribiendo un libro… no sé, digo… está muy bueno.
Yo estoy entrando en mi 8va semana y también estoy en un sube y baja de sensaciones, pero bien.
Te voy a seguir acompañando (leyendo)desde Argentina.
Y no, yo tampoco lo creo, las cosas nunca suceden porque si… Salud!
Gracias por tu compañía, Vero, espero que sigas aquí hasta el final compartiendo esta montaña rusa emocional.
Vuelve y cuéntanos como vas!
Un beso gordo
Totalmente de acuerdo con Akai y Tiempos. Te dije, hay que dejar qeu la vida nos lleve a dónde nos tiene que llevar, y hoy la ¿casualidad? ha hecho que cogieses ese libro precisamente.
Ahora a seguir adelante.
Sé que es duro, pero me alegro de que tú solita te estés dando cuenta de que Jota no es lo que quieres para tí.
Te mereces a alguien muchísimo mejor, basta ya de mendigar migajas cuando tú te mereces amor del bueno.
Ánimo, ya sólo te queda dar el paso definitivo.
Besos
Lo sé. Me doy cuenta de todo. Poco a poco.
Necesito tener la seguridad absoluta.
Un beso grande
Bueno bueno Carmen, siento tener que darle la razón a mi chico (por ser del género masculino, no por ser mi chico, jeje) pero ya me dijo «J quiere estar con Carmen porque se siente bien cuando está con ella» Eres mucha Carmen para tan poco Jota (desde el punto de vista de calidad personal)
Un beso grande y muchísima suerte con los resultados!!! con suerte te libras
Tu chico es una maravilla pero espero no tener que darle la razón en todo. Aunque parezca mentira, todavía me queda una molécula de esperanza en esta relación.
gracias cielo, un abrazo gordo
es normal que tengas esas moléculas… de todos modos lo que son las cosas: cuando me dijo eso de que a el le gustaba estar contigo por como se veia a tu lado, pensé pa mis adentros «y esta chorrada de ande se la habrá sacao?» y mira tu por donde aparece la dedicatoria de marras, qué fuerrrrte, yo creo que se ha equivocado de profesión o algo este chico, qué intuición!!!!
que tengas muy buen fin de semana!
yo me he quedado helada cuando lo he leído. Este chico tuyo no tiene sensibilidad ni intuición de chico. o es la reencarnación de una mujer o de un artista.
Aprovéchalo, es una joya.
Un beso gordo
si hija, un diamante en bruto 😉 Mira que siempre le digo que se pasa de mal pensado pero como hasta la fecha no se ha equivocado ni una sola vez…