Sigo impresionada por mi experiencia con la matrona. Ya tengo el libro que me “recetó”: Mujeres que corren con los lobos. Ayer corrí a comprarlo, es un Best Seller (lo desconocía, que ignorancia la mía) y aunque sólo leí cinco páginas porque me quedé dormida con él en las manos, por lo que leí y las reseñas que acabo de encontrar en internet, no puede tener mejor pinta: básicamente creo que es lo que he estado buscando sin saberlo. Inicié el peregrinaje hacia mi propio yo con la caza y captura de un referente y elegí a Coco Chanel para capturar su esencia de libertad. Seguí con la irreverencia de Mae West que hizo del escándalo un medio de vida aprovechando que se la traía floja lo que pensaran de ella. Y ayer de forma increíble,  mi hada madrina me miró a los ojos y sospecho que dio en el clavo: acaba de meterme al bolsillo la llave para abrir desde mi interior la puerta que guarda la Fuerza.

Voy a intentar resumir a continuación lo que he leído sobre esta obra soberbia.

Clarisa Pinkola es una analista junguiana. Doctorada  en estudios interculturales y psicología clínica, acuñó con este libro el concepto de Mujer Salvaje, unió dos palabras, “mujer” y “salvaje” para abrir, dice, una puerta que toda mujer comprende apenas las escucha. Es una puerta culturalmente cerrada, a veces olvidada, pero que permanece allí en tanto una mujer, cualquier mujer, permanezca allí. Es intuitiva, apasionada, indómita, es, sobre todo, una fuerza que regala a las mujeres la certeza de estar haciendo lo correcto, sea esto lo que fuere, cuando se dejan guiar por ella. Es por lo tanto una fuerza peligrosa para el statu quo, porque, cuando una mujer huele esa fuerza dentro de sí, es capaz de todo: de abandonar un matrimonio, de dejar un trabajo, de irse repentinamente de viaje, de pedir a gritos que la dejen sola…

La Mujer Salvaje representa la esencia femenina instintiva, ya que dentro de toda mujer, alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, de creatividad apasionada y de sabiduría condensada a través de todos los tiempos, de todas las mujeres del mundo. A menudo los constantes esfuerzos de la sociedad por «civilizar» a las mujeres han anulado la naturaleza instintiva y los dones que albergan en su interior.

Y para la que quiera más información, sólo puedo decir que me ha encantado la reseña de educarueca.org. Hago un copy-paste con el único fin de no desvirtuar su significado:

Recomendable para toda mujer, en Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola nos ofrece una auténtica joya repleta de claves del espíritu femenino. A través de diversos cuentos (algunos familiares, como Barba Azul o Las Zapatillas Rojas), la autora nos ofrece una fantástica oportunidad para reinterpretar y comprender mejor nuestras experiencias vitales y así poder actuar en plena consciencia.

Pinkola parte de la premisa básica de que toda mujer, sin excepción, alberga en su interior a la Loba, la Mujer Salvaje, aquella que nos llena de energía y nos hace recuperar la espontaneidad, a la vez que nos transforma en animales maduros que saben protegerse de los depredadores dejando a un lado la ingenuidad o la inexperiencia. Puede estar dormida o medio muerta, pero siempre anhelará reencontrarnos.

En palabras de la autora : «La loba, la vieja, la Que Sabe, está dentro de nosotras. Florece en la más profunda psique del alma de las mujeres, la antigua y vital Mujer Salvaje. Ella describe su hogar como ese lugar en el tiempo donde el espíritu de las mujeres y el espíritu de los lobos hacen contacto -el lugar donde su mente y sus instintos se mezclan, donde la vida profunda de una mujer consolida su vida mundana. Es el punto donde el Yo y el Tú se besan, el lugar donde las mujeres corren con los lobos».