No estoy muy sembrada. No.
“Sin en cambio” que dicen en el pueblo de mi madre, durante este último mes soy más consciente que nunca de mi total ausencia de lucidez. Con esto pretendo justificar que mi actual discurso no es una manera muy creativa de lucirme en un blog recién estrenado (por no hablar del título, todo hay que decirlo) pero en estos momentos lo último que pretendo es ganar un Pulitzer.
De pronto he enmudecido. Sufro de parálisis en mi habitual diarrea verborréica, mi ya conocida incontinencia dialéctica. Mañana tengo que recoger los resultados de la analítica y me supercaga. Hoy es un día vacío, perdido, triste, silente, gris. Hoy mi subconsciente está somatizando todos los síntomas de alguna terrible y desconocida enfermedad degenerativa. Hoy me gustaría compartir mi caos porque me siento más sola que nunca y por primera vez en mi vida, no sé qué decir.
Hoy soy un completo coñazo.