Cuenta la leyenda que los difuntos se quedan entre nosotros desde el mediodía del 1 de noviembre hasta el mediodía del día siguiente. Sinceramente, me resulta un poco inquietante pensar en ello pero hoy necesito hacerlo. No deja de ser bonito convocar a los que se han ido imaginando que durante 24 horas su esencia se desliza, energética, invisible y silenciosa, entre nosotros.

Porque me conmueve, porque me reactiva y porque quiero creer que en estos momentos no estoy sola y sigues sonriendo junto a mí, hoy va por ti y por tu pervivencia para siempre en mi memoria.