qué hubiera sido de mi vida si…


kidults

No sé si recordáis una legendaria sección de la revista Pronto ochentera que se llamaba «Qué hubiera sido de mi vida si…» Era mi favorita (voy a ahorrarme adjetivos calificativos). Cuando robaba la revista a mis hermanas y la devoraba clandestinamente con fervor preadolescente, memorizaba cada palabra para extraer mi propia moraleja. Para mi, la historia se convertía en una  parábola vital y extrema: en este espacio los lectores tomaban la palabra y contaban su historia, testimonios almibarados y trágicos en los que un determinado hecho intrascendente cambió el rumbo de sus vidas para siempre. Pues bien, muchas mañanas como esta, cuando me levanto por la mañana y contemplo a Malena demandando como una loca su dosis de desayuno lácteo, no puedo evitar preguntarme qué trayectoria habría seguido mi vida si esta pequeñaja no hubiera llegado, por casualidad y sin avisar, a ella.

Mi gorda ha dejado de ser una bebé gritona para convertirse en una pequeña croqueta rolliza, Y sin cuello, porque las croquetas no lo tienen. No encuentro una explicación lógica a sus lorzas en muñecas y pies ni tampoco a los impulsos irrefrenables que nacen de mi cuando la contemplo y sólo me gustaría morderle las mollas sobrantes. Mi-niña-es-la-más-guapa-y-la-más-lista-y-mea-colonia (sí, me he transformado en madre-choni ¿qué pasa?).

¿Dónde estaría yo en este momento si Malena no existiera?¿Qué narices estaría haciendo ahora?¿cuál sería mi meta, mi ilusión para despertarme cada día? Me da por pensar que, lo más probable es que continuase dando palos de ciego en mi búsqueda incesante del equilibrio, volando rumbo a Nuncajamás de la mano de Engendreitor (vestido con mallas verdes y gorrito ídem). O quizás sin Engendreitor pues el seguiría en su perenne estadio humano de kidult apareándose cada diez minutos con la brasileña de las tetas de goma de cuyo nombre no quiero acordarme. Con o sin él, lo cierto es que no consigo ponerle cara a mi destino sin mi Gusiluz sin cuello.

Y es extraño pero, aunque Malena acaba de llegar, cada mañana cuando amanece y me despierto solícita para alimentar a mi cachorra, es como si ella siempre hubiese estado ahí. Ya no puedo imaginar mi vida sin ella.


4 respuestas a “qué hubiera sido de mi vida si…”

  1. Carmen, bienvenida a la MATERNIDAD con mayusculas. Ya ha pasado la cuarentena, enhorabuena, eres una madre choni, has entrado en el clan!!!! Sabia que este momento iba a llegar, jejejeje…
    Ponnos una foto de esos rollos, por favor… No hace falta que saques la carita de malena, con sus rollos es suficiente!

    • Si, soy madre choni y ya he pasado la cuarentena… aunque, qué quieres que te diga, es como si siguiera en ella. Mis stocks de salvaslips siguen disminuyendo… ¿cuándo podré concebir mi vida sin ellos?

      Un beso grande grande!

  2. Ese sentimiento es alucinante, ahora es inconcebible la vida sin estos recién llegados!

    besitos a ambas