(Continuación de manual de supervivencia de una «Nuera Queen» II)

DESPEDIDA Y FLECOS PENDIENTES

Queridas, esto va acercándose a su fin…

Ser una Nuera Queen puede ser una tarea difícil al principio… pero es tan, tan, tan gratificante…

Por eso un buen trabajo hay que bordarlo de principio a fin, y como una gran vedette nos vamos a guardar nuestra mejor actuación, para el final… porque somos eso, divas, somos magníficas y hemos sufrido mucho y por eso, podemos permitirnos ser las absolutas protagonistas. Es más… nos lo merecemos.

A estas alturas Supersué tiene que estar muy desubicada… Claro, ella pensaba, que iba a venir su nuera, la de antes, la que entraba al trapo de todo lo que ella decía y resulta, que en el salón de su casa hay una mujer, que si, que físicamente es exacta a ella (bueno, muchísimo mas guapa y sonriente que la última vez…) pero que parece haber sido abducida por unos extraterrestres que se alimentan a base de happytripis.

Por dentro se esta carcomiendo, no ha podido despacharse a gusto, regalándoos toda la malaleche que tenía guardada durante toda la semana… y ahora, en este preciso momento… la tenemos justo donde queremos: en la cocina recogiendo los platos y haciéndose muchas preguntas referentes a su nuera. Perdón. A su Nuera Queen.

Movemos nuestro genial culo y vamos a ayudarla… es mejor que os encontréis a solas…

«Supersué, muchas gracias por la comida, estaba buenísima (aspaviento con las manos como si hubierais visto una aparición divina)… ay, espera que llevas una cosita en el pelo (le quitáis una pelusa imaginaria) ya… hija, que piel tienes… que envidia…»

Y te vas.

Ahora pensareis… «¿Tanta historia para esto?»

Bien… Pensad en la situación, pero antes es necesario que lo veáis desde otro prisma: Desde la posición de Supersué.

Sois Supersué en este momento… bien, una persona, la cual os cae francamente mal, que se ha casado con vuestro hijo, el preferido, (que esta mal decirlo, pero así es) en la que has estado pensando toda la mañana, repasando sus puntos débiles y estudiando como derribarla (porque, queridas, ellas… ellas también se calientan en casita…) ha venido y no sabes que coño ha tomado antes de salir, pero está superfeliz (cosa que aunque cueste reconocerlo fastidia un montón) te ha tratado divinamente, ha estado toda la comida riendo… ha soltado un par de puyas, las cuales no estas muy segura de que fueran precisamente malintencionadas… de ser así, solo tu te has dado cuenta y encima, ha venido guapa, arreglada, tu hijo la miraba con ojos de veneración, no te ha dejado soltar ni media palabra de todas esas chorradas que te gusta decirle para  j**erla y viene, la tiparraca esa, a tu cocina y te dice que nosequé nosecuantas… y te quita una pelusa del pelo y te dice que tienes la piel maravillosa…. seraaaaaaa caaaaabrooona la tiiiiiaaaa…

¿Comprendemos ahora la importancia de nuestra actitud?

Bien… recojamos nuestras cosas, nuestros hijos, nuestro marido… y marchémonos… Le vamos a plantar DOS BESOS ASÍ DE GORDOS y medio abrazo también… que hoy derrochamos amor… y nos vamos…

Suspiraremos en el ascensor y con cara de haber sido bendecidas, le diremos a nuestro marido: «Ay… que majos son tus padres»  o bien «Cariño… me he dado cuenta… que tu madre… es… GENIAL… No se como no he podido verlo antes… «

Esto último será sencillo que os abra las puertas de frases sucedáneas que podréis utilizar dentro de un tiempo para cubriros las espaldas… «Con lo que yo la quiero… y no entiendo como ha podido decirme esto…» (con carita de corderito abandonado…)

Para entonces, seguramente, este Manual de Supervivencia ya no sea necesario, y un nuevo imperio de felicidad y calma se abra definitivamente ante vosotras…

Desde la sede central “Nueras Queen”, esperamos haberos ayudado.

Cada día somos más… mujeres más felices, positivas y capaces de enfrentarse al mundo para comérselo de dos bocados… pero sobretodo… si algo es importante tener en cuenta, es que nadie os puede hacer daño sin vuestro consentimiento… y que todo, absolutamente todo en esta vida, entra mejor con miel… que con hiel.  Y la miel, endulzará vuestro carácter, os hará ver la vida de otro modo y hasta es muy probable que consigáis querer a vuestra suegra y entenderla.

Además… hay que estar preparada… porque… nadie os promete, que en el futuro tengáis que ser… una Suegra Queen.

De momento…  Estáis licenciadas…. ¡¡¡FELICIDADES!!!

Manual de supervivencia de una  “Nuera Queen” III

Autora: Calíope

Fin.

Cali, insisto: gracias de corazón  por compartirlo con nosotras!