La mesa quirúrgica de la enfermería de las plazas de toros parece que estaba cubierta por un plástico cuya función era la de impermeabilizar y proteger la superficie de la sangre del malogrado torero. El origen de este dicho parece que proviene de un cronista taurino que llamó hule a la mesa de operaciones y desde entonces, cuando hay muchas cogidas durante la lidia se dice que fue una corrida «con mucho hule». El significado popular trasciende el contexto de los toros y así, la expresión «que va a haber hule» se utiliza para decir que va a haber sangre y heridas.

Es una frase hecha de la lengua española que conozco desde pequeña. Mi madre la utiliza muy a menudo y a fuerza de convivir con ella desde la infancia, ya forma parte de mis expresiones habituales. Hoy más que nunca viene a mi cabeza después de despedir cordialmente a mi tía y a mis dos primas que se han presentado sin avisar para conocer a Malena.

Esta mañana han sido ellas, ayer fue una amiga de mi madre y mi cuñada Mari con sus tres niños, anteayer la vecina con un interesante presente del chino de abajo…

No dudo de sus intenciones, agradezco infinitamente las muestras de afecto y el interés que mi gorda despierta en la familia pero estoy intentando recuperar mi rutina y las visitas inesperadas me sacan de quicio.

Me conozco.

O pongo fin a esta peregrinación o aquí va a haber hule.