Os cuento en dos minutos cómo va el desarrollo fetal y vuelo a la comida con Peditos, hemos quedado en una hora en un restaurante francés. Si pudiera me bebería un gin-tonic con cigarrito de regalo para remojar las pocas ganas que tengo de conversar con la buena señora. Prometo que en cuanto pueda, cuento detalles pero no sé si podrá ser hoy: he quedado con Caro por la tarde para ver el Stokke Peloenpecho.

Increíble y enternecedora la imagen superior del video con el fetito llorando. Ignoro cuántas semanas tiene el bichejo pero creo que merece la pena olvidarnos de ese detalle y pararse un minuto a observarlo detenidamente.

Mi pequeñaja de los 1000 nombres (como dice Stella) hoy cumple 24 semanas de vida o 26 de embarazo. Con 35 cm desde la cabeza hasta los talones y 750 gramos, los bebés a partir de esta semana empiezan a acumular grasa en su cuerpo para poder adaptarse a la temperatura más fría del exterior del útero. Esta grasa será una fuente de energía y calorías para los primeros días de vida.

Empiezan a hacer uso de los reflejos más importantes para su supervivencia como el reflejo de succión y el reflejo de moro.

– El reflejo de succión hace que los bebés se chupen el dedo con ímpetu. Este reflejo le permitirá alimentarse y mamar cuando nazca garantizándose su desarrollo.

– El reflejo de moro. Cuando los bebés se asustan sacan sus reflejos de protección extendiendo sus brazos y piernas como mecanismo de autodefensa. El reflejo de moro es una respuesta a un sobresalto en la que el feto extiende las extremidades hacia adelante con el fin de aferrarse a la madre.

El sistema digestivo de los bebés se desarrollan y maduran gracias a la ingesta de líquido amniótico. Ahora el feto puede ingerir hasta medio litro de líquido amniótico al día.

En la semana 26 de embarazo, los nervios en los oídos de los bebés cada vez se están desarrollando más y por eso podrías notar que responde de una forma más consistente a los sonidos que le llegan de afuera. La mayor parte del día, los bebés están durmiendo debido a que ya tienen ciclos más diferenciados de sueño y vigilia, así que el tiempo que pasen despiertos tienen más energía, la actividad es frenética y permanecen muy alerta a todo lo que sucede en su entorno. Es imprescindible estimularlos para crear el vínculo con ellos.